19 de abril, 2017 07:49
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Piero llegó a Argentina en 1948, a los 3 años de edad. Su familia, integrada por Don Lino, su padre, Ornela, su madre y su pequeña hermana Gabriela, se radicó en la localidad de Banfield, en el sur del Gran Buenos Aires, hasta 1951, cuando se mudaron a Allén (provincia de Río Negro) donde su padre pudo seguir adelante con su negocio de radios y tocadiscos y consolidar su discreta carrera como inventor. Allí Piero cursó la escuela primaria y se inició en la música. Pero fue a partir de su educación como seminarista en Viedma (provincia de Río Negro) y en Villa Devoto que se desarrolló tanto su vocación musical como su enorme sensibilidad social. La influencia de sacerdotes comprometidos con las causas sociales como Alejandro Mayol, Eliseo Morales y Carlos Mugica entre otros tantos, algunos de ellos seguidores de las ideas del religioso, paleontólogo y filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), marcaría tanto su desarrollo humano como su trayectoria musical. Leer más
Piero llegó a Argentina en 1948, a los 3 años de edad. Su familia, integrada por Don Lino, su padre, Ornela, su madre y su pequeña hermana Gabriela, se radicó en la localidad de Banfield, en el sur del Gran Buenos Aires, hasta 1951, cuando se mudaron a Allén (provincia de Río Negro) donde su padre pudo seguir adelante con su negocio de radios y tocadiscos y consolidar su discreta carrera como inventor. Allí Piero cursó la escuela primaria y se inició en la música. Pero fue a partir de su educación como seminarista en Viedma (provincia de Río Negro) y en Villa Devoto que se desarrolló tanto su vocación musical como su enorme sensibilidad social. La influencia de sacerdotes comprometidos con las causas sociales como Alejandro Mayol, Eliseo Morales y Carlos Mugica entre otros tantos, algunos de ellos seguidores de las ideas del religioso, paleontólogo y filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), marcaría tanto su desarrollo humano como su trayectoria musical.