29 de febrero, 2016 17:18
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Con 22 minutos a solas con el Papa, Mauricio Macri tuvo una de las audiencias más breves jamás concedidas a un mandatario. Sólo la reina Isabel II estuvo a solas con Francisco por menos tiempo, 17 minutos, pero fue porque llegó veinte minutos tarde a la audiencia y el papa tenía otra programada. El presidente argentino quedó muy lejos del record a la reunión más larga, la hora y 45 minutos que tuvo su antecesora Cristina Fernández de Kirchner. Como para que quede en claro, la siguiente actividad de Jorge Bergoglio en la mañana de ayer fue verse con el obispo de Quilmes, Carlos José Tissera. Ese encuentro fue de las 10.20 a las 11.13, 53 minutos netos. En una rueda de prensa realizada poco después en la Embajada Argentina ante la Santa Sede, a pocos pasos de la Plaza de San Pedro, Macri se dijo “muy contento de la reunión y de reencontrarnos, dos viejos conocidos, en un rol que hasta hace unos años hubiera sido imposible imaginar, cuando él era el obispo de Buenos Aires y yo intendente de la ciudad de Buenos Aires. Y ahora, él es el Papa y yo el representante de todos los argentinos”. Leer más
Con 22 minutos a solas con el Papa, Mauricio Macri tuvo una de las audiencias más breves jamás concedidas a un mandatario. Sólo la reina Isabel II estuvo a solas con Francisco por menos tiempo, 17 minutos, pero fue porque llegó veinte minutos tarde a la audiencia y el papa tenía otra programada. El presidente argentino quedó muy lejos del record a la reunión más larga, la hora y 45 minutos que tuvo su antecesora Cristina Fernández de Kirchner. Como para que quede en claro, la siguiente actividad de Jorge Bergoglio en la mañana de ayer fue verse con el obispo de Quilmes, Carlos José Tissera. Ese encuentro fue de las 10.20 a las 11.13, 53 minutos netos. En una rueda de prensa realizada poco después en la Embajada Argentina ante la Santa Sede, a pocos pasos de la Plaza de San Pedro, Macri se dijo “muy contento de la reunión y de reencontrarnos, dos viejos conocidos, en un rol que hasta hace unos años hubiera sido imposible imaginar, cuando él era el obispo de Buenos Aires y yo intendente de la ciudad de Buenos Aires. Y ahora, él es el Papa y yo el representante de todos los argentinos”.