August 01, 2024 16:07
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Entrevista a ALEJANDRO KAUFMAN EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++++++ La realidad, aquella que nos resultaba tan clara hasta ayer, hoy se ha convertido, para gran parte de la población, en un galimatías... en una confusión que encierra una cantidad inmanejable de contenidos y percepciones. Pero no es, como aseguran algunos, que la ideología se haya diluido o haya borrado sus contornos. Ni siquiera cambiaron los fundamentos sobre los cuales se apoyan las ideas que ponen en funcionamiento a las sociedades. Pero... donde se produce mucho, pero mucho ruido es en la transmisión de esas ideas. Un ruido que aturde y conmociona, que ensordece y confunde, y finalmente distorsiona nuestros sentidos. Hay una porción pequeña de la sociedad, con el poder suficiente para amplificar ese ruido molesto que termina manejando nuestros sentidos. Y a pesar del demoledor volumen del ruido, es momento de escuchar. De escuchar, de analizar y procesar la fenomenal cantidad de información y aprender a separar lo importante de lo fundamental. Es un momento interesante para agudizar todos los sentidos, para ecualizar los sonidos de la realidad, devolverle los colores originales y tratar de generar nuevas melodías, elaborando un repertorio armónico para afrontar la puja milenaria. Esa batalla entre unos pocos que comen con vajilla de plata y los muchos que comemos con las manos. Estamos obligados a que esa nueva música esté compuesta por los acordes ejecutados por todos los instrumentos, a su tiempo, sin omitir ninguno. Le preguntaremos a nuestro invitado de hoy si le gusta la música. Read more
Entrevista a ALEJANDRO KAUFMAN EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++++++ La realidad, aquella que nos resultaba tan clara hasta ayer, hoy se ha convertido, para gran parte de la población, en un galimatías... en una confusión que encierra una cantidad inmanejable de contenidos y percepciones. Pero no es, como aseguran algunos, que la ideología se haya diluido o haya borrado sus contornos. Ni siquiera cambiaron los fundamentos sobre los cuales se apoyan las ideas que ponen en funcionamiento a las sociedades. Pero... donde se produce mucho, pero mucho ruido es en la transmisión de esas ideas. Un ruido que aturde y conmociona, que ensordece y confunde, y finalmente distorsiona nuestros sentidos. Hay una porción pequeña de la sociedad, con el poder suficiente para amplificar ese ruido molesto que termina manejando nuestros sentidos. Y a pesar del demoledor volumen del ruido, es momento de escuchar. De escuchar, de analizar y procesar la fenomenal cantidad de información y aprender a separar lo importante de lo fundamental. Es un momento interesante para agudizar todos los sentidos, para ecualizar los sonidos de la realidad, devolverle los colores originales y tratar de generar nuevas melodías, elaborando un repertorio armónico para afrontar la puja milenaria. Esa batalla entre unos pocos que comen con vajilla de plata y los muchos que comemos con las manos. Estamos obligados a que esa nueva música esté compuesta por los acordes ejecutados por todos los instrumentos, a su tiempo, sin omitir ninguno. Le preguntaremos a nuestro invitado de hoy si le gusta la música.