June 14, 2025 16:15
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Cordero de Dios. Cuando se condena a un inocente, algo en la naturaleza de las cosas se conmueve. El poder judicial Argentino arrastrará, para siempre, la vergüenza de haber condenado a Cristina Fernández de Kirchner sin pruebas, por un delito inexistente, y que dada su función, no podía cometer. La sentencia es insostenible y arbitraria. El sacrifico de Cristina, asumido con entereza y plena comprensión de qué arriesgaba al anunciar su candidatura para fortalecer a su partido en las elecciones de la PBA, no deja dudas de que la Democracia argentina esta secuestrada por unos que no solo avasallaron su derecho a la legítima defensa y las garantías del debido proceso, también le quitaron al Pueblo el derecho Constitucional de elegir a sus representantes. Se consuma la reforma constitucional encubierta que encierran el DNU 70/2023 y la Ley “Bases”. Las elecciones que, acaso, el verdadero poder autorice, serán de aquí en mas, si y solo si los candidatos se muestran sumisos y dispuestos a obedecerlo. La que nunca se les sometió ni se les someterá, la que les dijo en la cara que no es mascota de ellos, a esa, la condenan, la escarnecen, buscan quebrarla. Defenderla, es la tarea. CRISTINA LIBRE. El experimento disciplinador que se ensaya en Argentina con beneplácito de la ultraderecha global, acaba de tropezar con una prueba que, acaso, no esperaba. A poco de conocerse la sentencia, el mandato de unidad, propio del Peronismo y que hoy hace al sentido común del campo popular, acercó a quienes se saben verdadero objetivo de esa condena. Es que, cuando se condena a un inocente, el pueblo es el crucificado. Las bases no perdonarían dudar al respecto. La realidad termina imponiéndose. La expuso la propia Cristina: la condena no llenará ninguna heladera, tampoco saldará las deudas, y sin lugar a dudas no resolverá la penuria económica de las mayorías populares. Las deudas del enano Milei se acumulan: hambre, violencia, desempleo y pluriempleo. Desaliento. El clima social se asemeja a los ´90 bajo el Menemato. La Patria está en peligro, en beneficio de las corporaciones del capital concentrado. Desde el campo popular se abre la tarea de resistir con mayor vigor esos designios, forjar la fuerza organizativa para refundar el Estado Argentino, cuando el momento sea oportuno. Se requiere refundar un Pacto Democrático que asegure la paz social para el progreso y desarrollo con justicia social de las mayorías. La reparación del daño infligido no se logrará a fuerza de proscripción, persecución o estigmatización. El pronunciamiento popular debe quedar claro: es con su conductora, y con los líderes y lideresas populares que retomaremos el camino de la unidad y la organización. Con el protagonismo popular al frente, para realizar nuestra voluntad indeclinable de ser Nación, y no colonia, con Justicia Social, con Independencia económica y con Soberanía política. Solo el pueblo salvará al pueblo. Leer más
Cordero de Dios. Cuando se condena a un inocente, algo en la naturaleza de las cosas se conmueve. El poder judicial Argentino arrastrará, para siempre, la vergüenza de haber condenado a Cristina Fernández de Kirchner sin pruebas, por un delito inexistente, y que dada su función, no podía cometer. La sentencia es insostenible y arbitraria. El sacrifico de Cristina, asumido con entereza y plena comprensión de qué arriesgaba al anunciar su candidatura para fortalecer a su partido en las elecciones de la PBA, no deja dudas de que la Democracia argentina esta secuestrada por unos que no solo avasallaron su derecho a la legítima defensa y las garantías del debido proceso, también le quitaron al Pueblo el derecho Constitucional de elegir a sus representantes. Se consuma la reforma constitucional encubierta que encierran el DNU 70/2023 y la Ley “Bases”. Las elecciones que, acaso, el verdadero poder autorice, serán de aquí en mas, si y solo si los candidatos se muestran sumisos y dispuestos a obedecerlo. La que nunca se les sometió ni se les someterá, la que les dijo en la cara que no es mascota de ellos, a esa, la condenan, la escarnecen, buscan quebrarla. Defenderla, es la tarea. CRISTINA LIBRE. El experimento disciplinador que se ensaya en Argentina con beneplácito de la ultraderecha global, acaba de tropezar con una prueba que, acaso, no esperaba. A poco de conocerse la sentencia, el mandato de unidad, propio del Peronismo y que hoy hace al sentido común del campo popular, acercó a quienes se saben verdadero objetivo de esa condena. Es que, cuando se condena a un inocente, el pueblo es el crucificado. Las bases no perdonarían dudar al respecto. La realidad termina imponiéndose. La expuso la propia Cristina: la condena no llenará ninguna heladera, tampoco saldará las deudas, y sin lugar a dudas no resolverá la penuria económica de las mayorías populares. Las deudas del enano Milei se acumulan: hambre, violencia, desempleo y pluriempleo. Desaliento. El clima social se asemeja a los ´90 bajo el Menemato. La Patria está en peligro, en beneficio de las corporaciones del capital concentrado. Desde el campo popular se abre la tarea de resistir con mayor vigor esos designios, forjar la fuerza organizativa para refundar el Estado Argentino, cuando el momento sea oportuno. Se requiere refundar un Pacto Democrático que asegure la paz social para el progreso y desarrollo con justicia social de las mayorías. La reparación del daño infligido no se logrará a fuerza de proscripción, persecución o estigmatización. El pronunciamiento popular debe quedar claro: es con su conductora, y con los líderes y lideresas populares que retomaremos el camino de la unidad y la organización. Con el protagonismo popular al frente, para realizar nuestra voluntad indeclinable de ser Nación, y no colonia, con Justicia Social, con Independencia económica y con Soberanía política. Solo el pueblo salvará al pueblo.
Etiquetas: cristina libre democracia proscripción
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