El juzgado en Documentos y Locaciones de Monteros procesa una demanda de la Comuna del Mollar contra la comunidad originaria local que ocupó unas cuatro hectáreas, destinadas a la construcción de la terminal de ómnibus y de un barrio de 30 viviendas. Para comprender mejor esta situación dialogamos con la cacica Margarta Mamaní, la cual expresó, que es lamentable lo que está pasando en su territorio ancestral, sufren discriminación, violencia de genero, hechos maliciosos y abusos por partes de funcionarios públicos. Antes estos hechos, recordó que las comunidades originarias no solo están protegidas por el art. 75 inciso 17 de la Constitución Nacional que establece que estas tierras no son enajenables, no son transmisibles y no son susceptibles de gravamen o embargo. También están protegidas por la Carta Magna de la Provincia de Tucumán en el art.149 en un párrafo que se refiere a la “Pachamama”. Y “la Pachamama es nuestra tierra y es la parte espiritual que nosotros tenemos, porque sin tierra no hay vida”, dijo la cacica. Para solucionar el conflicto se ofreció la Lomita que son 35 hectáreas, para hacer la terminal, hoteles, la casa cultural pero el delegado comunal Jorge Cruz, está empecinado por ese territorio habitado por las familias comuneras.