Entrevista a PEDRO PERETTI
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Las especulaciones de las dirigencias políticas y económicas de nuestro país aparentemente se derrumbaron a partir de octubre de 2023 y terminaron de implosionar durante este año de gobierno de Javier Milei.
Las matrices de la democracia, consensuadas allá por el ’83 mostraron las grietas y debilidades que hasta ayer se pensaban superadas. En verdad, desde la recuperación de la democracia y hasta hoy quedó instalado y oculto entre bambalinas el proyecto neoliberal trazado por el Consenso de Washington y encarnado en el eje Thatcher-Reagan. A partir de allí sólo un gobierno argentino intentó desafiar ese mandato internacional.
Néstor y Cristina, detectaron a la mayoría de los actores que sostienen el programa de primarización asignado desde el exterior para nosotros y pusieron al descubierto la red de colaboradores locales.
Por eso, hoy, el ataque de la derecha, convertida en embajadora de los saqueadores, es puntual contra el kirchnerismo al que intentan demomizar, proscribir y borrar. Más allá de la adhesión mayor o menor que se pueda tener con la corriente dominante en el peronismo, es importante entender desde el campo nacional y popular, que el camino es por ahí, por enarbolar los éxitos grande o pequeños de la década ganada y mejorar la propuesta.
El movimiento popular no sólo deberá elaborar esa propuesta, sino que deberá tener una eficiente estrategia de comunicación para llegar a de nuevo a las mayorías, pero también tendra que mostrarse decidido y pragmático para su ejecución. No sólo ganar en lo simbólico, sino también en el campo de la realidad. Ya no hay lugar para las tibiezas.
Es cierto que hoy, nos domina la incertidumbre, el desaliento y la fragmentación. Pero también es cierto que hay mucha militancia que trabaja, hoy a media voz, en el intento de forjar una alternativa a la sinrazón.
VIDEO DEL PROGRAMA:
https://www.youtube.com/watch?v=g9PrMUYESeo

Entrevista al periodista y abogado PABLO LLONTO
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Desde hace mucho tiempo, desde el comienzo de este programa, repetimos una y otra vez, el paradigma que contiene el concepto de Poder Real. Pero ese Poder Real se las arregla de maravillas para desdibujar su rostro y ocultar sus datos personales. A veces, se encarna en nombres de fantasía de grandes empresas o en conglomerados vinculados entre sí, concentrados y monopólicos… En fin… Usan las bambalinas y el anonimato para intentar perpetuarse en el poder.
Pero atrás de toda esta parafernalia, existen tipos, hombres con rostro que deciden o pretenden decidir el destino de una sociedad y sus gentes. Siempre se valen de empleados virtuosos que ponen su cara para representar sus intereses y ocultar la inmoralidad de su codicia.
Para enfrentarlos y exponerlos, con nombre y apellido, hace falta no solo perseverancia, sino entender las relaciones de ese Poder Real, su funcionamiento y terminar con la mirada pasiva e indulgente sobre las cadenas de mando y sus ejecutores.
A la vista de lo que hoy sucede con el gobierno de Milei y el intento de reivindicación de la dictadura, que no es otra cosa que responder a los intereses de ese Poder Real, cabe preguntarse si fuimos claros y eficientes en transmitir el legado, en explicar la historia e imprimir un sello indeleble del Nunca Más, en la conciencia de la sociedad.
Hoy pareciera que ese Poder Real tiene menos temor de aparecer con nombre y apellido y mostrar sin tapujos su codicia y voracidad… Rocca, Eurnekian, Mindlin, Manzano y otros tantos de ese elenco nefasto… que se presentan frente a las cámaras ya sin vergüenza y exponen abiertamente sus presiones y condiciones.
Hay que repetir hasta el cansancio que el saqueo de unos pocos y el despojo del trabajo de las grandes mayorías, esa es la verdadera puja.

Entrevista a ALEJANDRO KAUFMAN
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La realidad, aquella que nos resultaba tan clara hasta ayer, hoy se ha convertido, para gran parte de la población, en un galimatías... en una confusión que encierra una cantidad inmanejable de contenidos y percepciones.
Pero no es, como aseguran algunos, que la ideología se haya diluido o haya borrado sus contornos. Ni siquiera cambiaron los fundamentos sobre los cuales se apoyan las ideas que ponen en funcionamiento a las sociedades.
Pero... donde se produce mucho, pero mucho ruido es en la transmisión de esas ideas. Un ruido que aturde y conmociona, que ensordece y confunde, y finalmente distorsiona nuestros sentidos.
Hay una porción pequeña de la sociedad, con el poder suficiente para amplificar ese ruido molesto que termina manejando nuestros sentidos.
Y a pesar del demoledor volumen del ruido, es momento de escuchar. De escuchar, de analizar y procesar la fenomenal cantidad de información y aprender a separar lo importante de lo fundamental.
Es un momento interesante para agudizar todos los sentidos, para ecualizar los sonidos de la realidad, devolverle los colores originales y tratar de generar nuevas melodías, elaborando un repertorio armónico para afrontar la puja milenaria. Esa batalla entre unos pocos que comen con vajilla de plata y los muchos que comemos con las manos.
Estamos obligados a que esa nueva música esté compuesta por los acordes ejecutados por todos los instrumentos, a su tiempo, sin omitir ninguno.
Le preguntaremos a nuestro invitado de hoy si le gusta la música.

Entrevista al abogado JAVIER ORTEGA
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¿Alguien duda de que el poder económico y sus empleados manejan todos los resortes de la vida de los argentinos? Resulta tan evidente que la Justicia, el Congreso y la política viven una constante presión de ese poder cuasi invisible a los ojos de los que transitamos a pie las calles de nuestra país.
Es el resultado obsceno e inmoral del actual capitalismo y de una democracia vaciada de contenido que sólo presenta una puesta en escena de un sistema que intenta perdurar tratando de ocultar su crueldad y voracidad.
Claro que el fenómeno no es nuevo. Ni sólo ocurre aquí, en nuestra tierra. En otras latitudes esos poderes tienen una mirada algo más ilustrada y menos excluyente y quizás con una visión más nacionalista, nacionalista con “c”... La vertiente nacional de ese poder es una versión oligárquica y feudal que bastardea a la gente y sodomiza el lenguaje para disciplinar la vida de los argentinos.
Porque la corrupción no tiene un origen político, tiene como génesis el inmoral deseo del poder económico de manejar la vida de muchos en favor de unos pocos. Y aunque este enunciado parezca trillado y una verdad de peregrullo, nadie puede desmentirlo sin incurrir en el pecado de la necedad.
La política nos debe la escucha, o mejor dicho, nos debemos la escucha. Pero antes tenemos la obligación de mirarnos, analizarnos e informarnos para hacer las mejores preguntas, aquellas que cuestionen una respuesta fácil e huidiza de la falsa política.
Con nuestro invitado de hoy, algo de esto vamos a poder vislumbrar.

INVITADO MAXIMILIANO RUSCONI
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El pensamiento filosófico, sociológico o político nunca se detiene. Siempre está en movimiento, aunque a veces no se perciba y pensemos que estamos estancados.
La reflexión jurídica-legal no escapa a esta lógica argumental, aunque entre sus ejecutores, existe una marcada o interesada tendencia a la sacralización de la interpretación de sus textos legales. La referencia apunta a quienes en sus sentencias intentan “sentar precedentes”… jueces, camaristas y cortesanos...
En países como el nuestro, el esquema judicial, además, funciona con la lógica del poder vitalicio y cuasi monárquico. Si a eso le sumamos la histórica permeabilidad del aparato de justicia a los mandatos del Poder Real, los resultados se pueden intuir de antemano.
Sacralización, mandato vitalicio y permeabilidad son los ingredientes infaltables de una justicia amañada y de clase.
Por suerte, ese movimiento permanente del pensamiento hoy es abordado de manera multidisciplinaria y sobre todo como producto de un devenir político militante que se ha revitalizado en las últimas décadas. La cuestión de la Justicia, en mayúscula, comienza a ser parte irrenunciable del debate público y popular.
Ese debate, ya no es propiedad exclusiva y excluyente del ámbito académico, sino que se piensa como parte integral del deseo de bienestar general.
Sin embargo, aún falta establecer los criterios del debate, de cómo acceder de manera igualitaria a la resolución de conflictos entre partes y porque no, bajar los niveles de judialización de la vida cotidiana.
Intentaremos que nuestro invitado de hoy nos despeje dudas.

Entrevista al economista Horacio ROVELLI
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El bombardeo es masivo y continuo. Los daños son extensos y profundos. Los caídos y los heridos son muchos y serán más. La destrucción de la infraestructura es mucho más que preocupante.
Estás frases pueden confundir a quien nos esté escuchando y piense que nos referimos a Medio Oriente, a la guerra de la OTAN contra Rusia o a otro conflicto bélico en desarrollo.
Pero en el siglo XXI los combates adquieren nuevas formas de ejecución. Aunque la base es siempre la misma. Lo repetimos hasta el cansancio. Apoderarse de los recursos de otros para lograr el dominio de unos pocos sobre todos.
Ya no se usa el látigo para obligar a los siervos a trabajar por un mendrugo de pan bajo la tutela del señor feudal y en nombre del rey. Nada de eso. Hoy es más moderno y con nueva escenografía. Usan el salario como látigo y si protestás porque no te alcanza, usan el bastón policial y te hacen llorar con gusto a pimienta.
La explotación moderna es mucho más sofisticada, por lo que le da de comer a verdaderos parásitos… No, no hablo de planeros… hablo de financistas y especuladores que viven ocultando la verdadera explotación del trabajo ajeno, de los bienes ajenos y de los países ajenos. Y por supuesto, también viven de las prebendas del estado que en definitiva es el conjunto de la sociedad que se organiza y que debería regular y poner límite a esta mafia que se viste de saco y corbata.
Sostener que esto que estamos viviendo es neoliberalismo o anarcoliberalismo no parece ser la mejor y más precisa definición del proyecto económico de Milei y toda su runfla gobernante. La precarización del sistema, la primarización de la economía y el empobrecimiento de la mayoría, es conservadurismo del siglo XIX.

Invitado: Ariel Basteiro
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Hace ya varios meses que una buena parte del periodismo serio, y lo remarco… periodismo serio, viene intentando establecer un diagnóstico de la situación política.
Con honestidad intelectual, ese periodismo, hasta se anima a sugerir caminos y acciones que encaucen un devenir político y social distinto a este escenario patético y cruel que encarna el gobierno de Milei.
Sin embargo, y a pesar de las intenciones, las fuentes a las que debe apelar el periodismo serio, están neutralizadas, paralizadas y ocupadas en sus propios ombligos. Esas fuentes, que debieran orientar las palabras que luego se editorializan, hoy no están.
Hablo de los políticos, no de la política. Ese desencuentro entre las bases y sus dirigentes hizo que una pandilla de lúmpenes conducidos por un marginal lograran capitalizar el enojo. Claro que lo hicieron con la ayuda del interesado poder financiero, apoyado en un aparato fenomenal de comunicación, que encontró en Milei los condimentos para materializar su voracidad capitalista.
Y es cierto también, que tras diez meses de destrucción de las bases del Estado, que no es otra cosa que la destrucción del tejido social... digo, es cierto que comienza a vislumbrarse la pérdida de paciencia de una sociedad agotada y maltratada.
También es cierto, que la dinámica social, siempre encuentra liderazgos ocultos entre las multitudes y seguramente muchos políticos pagarán muy caro su sordera a los reclamos de los marginados por el sistema.
No hay dudas. La salida es política.

Entrevista a Héctor "Gallego" Fernández y Eduardo Valdés
EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++++
La sensación es que el Poder Real ha logrado encerrar a la praxis política en la virtualidad. El debate de la cosa pública, el de ágora griega o el del simple encuentro de los vecinos en la plaza, ese debate pareciera que ya no existe. La discusión quedó reducida a la pantalla de una computadora, o peor aún, en el pequeño ámbito del teléfono móvil.
Y cuando digo debate, quizás también me esté equivocando. Porque lo que circula por las redes —twitter, instagram o facebook— poco tiene que ver con la confrontación de ideas. Se parece más a una fábrica de insultos anónimos y vacios, con enunciados fragmentados que tienen más precio que valor.
En esta etapa, la política, o mejor dicho, los políticos parecen no encontrar el antídoto a esa praxis neutralizada y jibarizada por el poder económico y financiero, que maneja con habilidad, y sobre todo con dinero, los medios y la justicia.
Ese enorme poder corruptor logra seducir y seducirnos, montando una escenografía virtual para cada uno de nosotros, impidiendo la construcción de un escenario colectivo. Como si el mundo transcurriese en una suceción de puestas en escena unipersonales.
En todo este galimatías socio político, hay culpables… esos son fáciles de encontrar. Sabemos quienes son. Pero también de nuestro lado existen culpas, responsabilidades, deberes, obligaciones y otras virtudes y valías que desde este lado, del lado nacional y popular debemos asumir quienes estamos preocupados por el otro, o mejor dicho, por el nosotros. No sé si la palabra es autocrítica. No sé si fuimos cándidos en tratar de consensuar con todos. Lo que sí sé, es que hoy reina entre la militancia orgánica y los que nos sentamos en el bar de la esquina, una gran sensación de orfandad política. ¿Y si lo consultamos con nuestros invitados de hoy?

Entrevista a Rafael Klejzer
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Estamos en serios problemas. No estoy diciendo nada que no se diga en la calle. Por lo menos, en las calles de la ciudad. Un repaso por las portadas de los diarios nos dice que “La UCR se fracturó, pero antes se tuvo que doblar”. En la tapa de otro diario se denuncia que “El Gobierno llama "Falklands" a las Malvinas en un comunicado oficial”. Y en otro puesto de diarios alcanzamos a leer que “Estela de Carlotto reconoció que hubo “una frialdad bárbara” entre Cristina Kirchner y Kicillof.”
En fin, los jubilados son sólo noticia los miércoles, si es que son reprimidos. Los reclamos universitarios están buscando aún una forma efectiva de protesta para mejorar salarios docentes y que la educación no sea desfinanciada. Y hay otras muchas preocupaciones que Milei y su runfla nos regalan a diario.
Pero los pobres y el hambre, poco a poco, van desapareciendo de los medios hegemónicos y del discurso político. Las estadísticas de la pobreza y el hambre, eso sí, se presentan al debate público como municiones de las peleas personales de los políticos o como cifras de discursos cruzados.
Pero… ¿Y los pobres? Bien gracias. ¿Y el hambre? El hambre está perdido vaya a saberse en qué calle de tierra y en qué barrio de qué provincia.
Da la sensación que, mientras estamos perdiendo la Patria, nos estamos olvidando del Otro. Porque habíamos convenido en que “la Patria es el Otro”.
Hay algo que no está funcionando. Del otro lado seguro, del lado Milei de la cuestión. Pero… De nuestro lado, del campo nacional y popular… ¿No tenemos nada para hacer o decir?

ENTREVISTA A MARTIN KOHAN, licenciado y doctor en Letras
EDITORIAL DE LARRY LEVY
El acontecer cotidiano, parece haberse convertido por estos días en un tránsito áspero y pesado. Y no me refiero a lo tórrido de este caluroso y húmedo verano porteño. Me refiero a la mirada puesta en el desajuste de lo visto con lo escuchado. Como si los diálogos estuviesen a destiempo con los acontecimientos. Y lo escuchado difiere con lo entendido…
La palabra parece sufrir una fuerte devaluación que la hace inservible para decir lo que queremos decir. Sin abandonar este escenario de metáforas inciertas, tengo la sensación de que el síndrome de la “torre de Babel” se ha vuelto pandémico y aún, los especialistas, no encuentran el porque... ni la vacuna que hacen que el contagio se vuelva inevitable.
Todo esto para decir que están pasando cosas que escapan a la explicación que ensayamos o la que nos quieran contar. Hablamos el mismo idioma pero entendemos cosas diferentes. Un fenómeno que parece nuevo en la interacción social y que se presenta como una puja violenta entre la razón de unos y la razón de otros, que pone en evidencia las desigualdades sociales atávicas.
El choque no sólo está en lo político, o en la política. Está en lo social, en la cultura, en la educación, en el arte… Como dirían los españoles… estamos fregados… No podemos localizar al germen del mal, ese que nos convierte en exiliados en nuestra propia tierra.
La culpa es de la palabra, está en la palabra, se evidencia en la palabra y se expresa con la palabra. Por eso convocamos a nuestro programa de hoy a un obrero de la palabra, o mejor dicho un artesano de la palabra teniendo en cuenta su formación académica en letras, que son parte esencial de la palabra.
VIDEO DEL PROGRAMA
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Entrevista a HERNAN BRIENZA
EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++++++++++++++>
Da la impresión de que estamos en un cruce de importantes avenidas, el semáforo enloqueció y titila en sus tres luces, rojo, amarillo y verde, y además, la señal que nos habilita para cruzar caminando por la senda peatonal, misteriosamente desapareció, dejándonos en medio de una sensación de vértigo, peligro y por que no orfandad.
Quizás esta analogía no sea la mejor, ni la más precisa para describir el humor social de este momento. Pero nos sirve para poner una imagen descriptiva que nos ubique en tiempo y espacio para procesar la emergencia, que para ser precisos en su lectura tiene vías de comunicación con lo que pasa con el tránsito político en otras avenidas de otros países y de otros continentes.
La cuestión, para los que vamos de a pie, es cómo cruzar la avenida y no morir en el intento. Como primera reflexión, como pensamiento primario, es no hacerlo solo. Es buscar un puñado de caminantes que vayan en la misma dirección y podamos ser visualizados, llamar la atención de los conductores y frenar el flujo de los vehículos. Claro que si no cumplimos con el Protocolo de Patricia Bullrich, corremos el peligro de ser reprendidos por piquetear.
Pero sigamos. La cuestión es cómo transitar o cómo caminar hasta tanto se arregle el semáforo y vuelva a funcionar tal como acordamos que sus luces indican pasos y prioridades.
Algunos hablan de vaciamiento de representaciones políticas, otros de cambios civilizatorios, crisis del capitalismo, caída del imperio… la cuestión es que las variables son múltiples, algunas son regionales, otras universales.
Con nuestro invitado de hoy, trataremos de hablar de todo esto, pero el acento lo pondremos en el semáforo argentino.

Entrevista a GUSTAVO GIRADO
EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++++++++++++++
La encerrona del capitalismo, es mantener a las grandes masas ocupadas en la supervivencia cotidiana y sobreinformada para evitar un pensamiento colectivo y liberador. No estoy diciendo nada nuevo y menos aún nada original. Pero viene bien recordarlo, en esta coyuntura, en la que la crisis no sólo afecta a la economía y a la política… y menos a un sólo país. Es como dicen en el ámbito académico una crisis civilizatoria.
Y qué hacer con toda esa mochila que cargamos. No creo que encontremos por el momento una respuesta que englobe un pensamiento colectivo y mayoritario.
Sin embargo, es preciso no dejarnos dominar por la inercia que pretenden gestionar desde el Poder Real… En los últimos 20 o 30 años, el universo de la información se amplió de tal manera, que se nos presentan escenarios, que si bien sabíamos que existían, no conocíamos su real dimensión.
De algún modo, ese Poder Real, del que siempre hablamos, se preocupó por satanizar aquellas geografías que se permiten diseñar otras formas civilizatorias... en lo social, en lo económico, en lo cultural y hasta me animo a decir, en el manejo del tiempo, de las agujas del reloj.
Si quitamos ese velo satánico, esa demonización de un otro oculto, oculto entre comillas, veremos esas otras formas, esos otros colores, esos otros sabores y a lo mejor podremos descubrir que existen modos diferentes para resolver nuestros propios desencuentros. Ni buenas ni malas, otras miradas inspiradoras para solucionar las especificidades de nuestro escenario.
Con la intención de ampliar la mirada civilizatoria, hoy invitamos a alguien que conoce, y mucho, otro menú.

Entrevista al Sociólogo GUILLERMO LEVY
EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++
Por lo general en este espacio nos dedicamos a la actualidad, pero evitamos en lo posible la coyuntura. Otros programas de esta radio y de muchas otras, asumen el desafío del día a día con solvencia y honestidad.
Sin embargo, no podemos obviar al día de ayer, como el comienzo de una pugna política que simboliza o representa luchas pasadas no resueltas o cuyas soluciones no pudieron ser perpetuadas en el tiempo. Luchas históricas y emblemáticas que atravesaron y atraviesan a toda la sociedad. Luchas que representan la vocación por conquistar un lugar para todos ocupado históricamente por unos pocos. Eso es la lucha de los estudiantes.
Pero más allá de la sobredosis de presidencialismo, plasmado ayer en un escenario que se asemejó más al regateo de un bazar oriental que a un templo consagrado a la democracia… digo, más allá de esa sobredosis, ayer quedó al descubierto la bizarra promiscuidad de los poderosos para comprar almas y voluntades poniendo en evidencia que la corrupción es inherente a la banda de timberos que nos gobiernan.
Se ensañaron con los jubilados, se metieron con la salud pública y ayer se enfrentaron con la educación universitaria para todos. Mientras tanto ganan tiempo para saquear los recursos del Estado y a la par destruir los símbolos del bienestar. Planes viejos con instrumentos nuevos.
Otra vez, construyeron un símbolo político del mal, intensamente demonizado y lo vistieron de populismo para ocultar la transversalidad del movimiento nacional y popular que simbolizó históricamente para la oligarquía dominante, la pérdida del manejo de la cosa pública.
No caerán, ni se irán mañana. Saben como resistir. Tienen la guita y los medios. De este lado, debemos perseverar, insistir, organizarnos y fundamentalmente aprender a instalar las conquistas de tal modo que sean irreversibles.

ENTREVISTA A DINA FELLER y MATIAS CARDONE
EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++++++++++++++++++
Es cierto que los modos de la puja, fueron cambiando y van cambiando con el devenir del tiempo y básicamente por el desarrollo de la tecnología. La esencia de esas tensiones que dominan los modos de producción y acumulación no han cambiado a lo largo del tiempo.
Podríamos decir que por momentos, la historia suaviza los desequilibrios y produce ciertas mejoras en el acceso al bienestar de los sectores más retrasados.
Pero desde principios de este siglo en el mundo en general, y hoy en particular de un modo más brutal en nuestro país, las tensiones se van agudizando, generando una acumulación desmedida e irrazonable de la renta del trabajo en unos pocos en desmedro de las mayorías.
En los países no centrales, como el nuestro, esos cambios se sienten con mayor intensidad porque el famoso “estado de bienestar” liberal de posguerra, llegó tarde y se esfuma con mayor facilidad.
En la Argentina de Milei, todas estas tensiones propias del capitalismo se manifiestan con mayor brutalidad porque los grupos prebendarios de poder locales lograron instalar en la superficie a intermediarios que responden fielmente a sus ideas feudales de saqueo.
Lograron armar una constelación pacientemente hilvanada con los pliegues virtuosos de una justicia amañada y un aparato de comunicación que sólo amplifica y promociona sus intereses parasitarios. No quieren destruir el Estado, quieren vaciarlo de contenido y usarlo sólo para ellos.
De anarco-libertario, nada. De neoliberal menos. A lo mejor neoconservador. En esencia nada nuevo, un programa de saqueo en formato de shock, de brutal transferencia de los recursos de muchos al bolsillo de unos pocos. Ah, y una fuerte extranjerización de la economía.

Entrevista a CECILIA GARIBOTTI
EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++
Nunca como hoy, prender la luz de nuestra casa, enchufar la heladera o poner en marcha el aire acondicionado… hoy... todas esas acciones encienden un debate complejo, en el cual muchos tocan de oído y casi todos tenemos una opinión formada. Tanto en lo técnico como en lo político. Y ni hablar de nuestro bolsillo.
¿Cuáles son las mejores fuentes de energía? Muchos de nosotros, a quienes nos interesa el tema, googleamos y encontramos algunas sorpresas… como energía mareomotriz (originadas por las mareas), biomasa… y por supuesto las conocidas como la nuclear, la hidroeléctrica, la eólica (que está muy de moda) y la solar que nos promete energía interminable, mientras nos ilumine el sol…
Y después viene el debate político central de si la cuestión debe ser estatal o privada. Y aquí, en este punto los opinadores y las opiniones se multiplican geométricamente.
Y a pesar de los políticos que hoy están en el gobierno, para quienes el Estado es el mismísimo pecado capital, fuera de ellos... en ningún país del mundo existe alguien que piense que se debe prescindir de la decisiva intervención del Estado en el tema energético… Ni China, ni Estados Unidos… ni Europa y tampoco Rusia.
La mirada occidental, en su mayoría tiene una reflexión combinada, en diferentes versiones e intensidadess, que busca una solución mixta, aunque hoy, y esto corre por mi cuenta, las empresas privadas energéticas comienzan a tener un peso político molesto para las democracias…
Pero existe un punto en el cual la presencia del Estado es irrenunciable. El diseño y planificación de la producción, del transporte y la distribución deben ser prerrogativas del sistema político y eso se llama soberanía. Pero los invito a escuchar a alguien que sabe más que de oído.

Entrevista al economista Rodolfo Treber
EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++
Ya lo dijo un político que hoy es gobernador, si te explican la economía de manera muy enredada y compleja... es porque te están engañando. Y aunque parezca una simplificación burda, nosotros, los que vamos al supermercado a comprar con nuestro salario, nos suena el detector de mentiras cuando llegamos a la línea de cajas.
Sabemos de comprar y vender, las demás alternativas de la economía son sofisticaciones que le sirven a los gobiernos y economistas para cuidar los intereses de los ciudadanos o para que alguien nos robe el producto de nuestro trabajo.
Hasta aquí un mirada sencilla de quienes no estamos interesados en los pormenores del valor de los bienes y servicios, y depositamos en nuestros gobernantes el manejo de la cosa pública y de los intereses de todos.
Pero el sentido común, que no siempre es el mejor de los sentidos, nos dice que atrás de cualquier decisión que determine cómo administrar la cosa pública… detrás... hay un pensamiento decididamente político, entendiendo por político aquello que organiza esa “cosa pública” contemplando las necesidades, el interés y el deseo de las mayorías.
Así debería funcionar la democracia. Sin embargo, el sistema capitalista, amparado en criterios distorsionados de libertad económica, logra burlar las decisiones de las mayorías y consigue que unos pocos acumulen un capital que condiciona y somete a la democracia.
No cabe duda, que no sólo lo que ocurre aquí, con el gobierno de Milei, sino el colapso de las democracias occidentales está poniendo en discusión el sistema político, el orden económico y la dinámica social, pero fundamentalmente tensan la milenaria puja entre capital y trabajo.

Entrevista a ALEJANDRO GRIMSON
EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++
Para muchos de nosotros, me refiero a la militancia silvestre o quizás también la orgánica, la situación política resulta desconcertante, o al menos confusa... y ensayamos múltiples explicaciones o soluciones. Y aún así, llegamos a conclusiones casi terminantes, que finalmente terminan desvaneciéndose frente la realidad.
Algunos sostienen con fuerza que sus enunciados se asientan en la experiencia y las lecturas previas. Otros enuncian soluciones que intentan explicarse en las nuevas coyunturas. Pero las definiciones enunciadas de la realidad política parecen volverse insuficientes.
Todos estos conceptos circulan en los ámbitos de esa militancia. Sin embargo, o a pesar de ello, los políticos, de momento, aceleran, pero con el embrague puesto… es decir, los motores rugen, pero el auto no avanza.
Dicen, aquellos que saben, que la realidad es una construcción, y hay que proyectarla en función de los amateriales disponibles. Para plasmar la metáfora de la construcción, se necesita una lectura mensurada del terreno, una comprensión de los medios disponibles, una trazabilidad de las etapas y un equipo que ponga manos a la obra.
Y todo comienza con el intercambio de ideas, el debate, el uso preciso de las palabras, y la puesta en valor del pensamiento del otro… de ese otro con el que compartimos la geografía cotidiana.
A pesar del torbellino anarcocapitalista, ultra neoliberal, neofascista o como queramos etiquetarlo, digo, a pesar de su velocidad destructora, la sociedad genera instintivamente sus antídotos.
Y lo más importante del proyecto, es el debate que se genera para encontrar las raíces de la situación y las posibles salidas. Algo de esto intentaremos dilucidar con nuestro invitado de hoy.

INVITADOS: Fernanda Fuentealba - Hugo Bellon
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Hoy, todos los acontecimientos parecen suceder en cámara rápida, en tiempo récord… a una velocidad casi suicida. Hasta los golpes de Estado, como el de ayer en Bolivia, que se resolvió en pocas horas. Basta recordar que en su momento Mauricio Macri dijo que en caso de volver a estar en el poder, haría todo lo que intentó hacer en su gobierno… pero más rápido.
Lo que parece ser una virtud del avance tecnológico de la humanidad, se está conviertiendo en una trampa mortal para la sociedad. El tiempo para la reflexión, la pausa para pensar, se han convertido en un disvalor. Ahora, paraciese que para pensar contamos con la Inteligencia Artificial y con ese recurso digital resolvemos todo... y con la velocidad de la luz.
Aún a riesgo de parecer un militante de una patrulla perdida en el tiempo, o de representar un anciano en decrepitud, sostengo que estamos utilizando los maravillosos avances tecnológicos de manera que sólo benefician a unos pocos y en detrimento de las grandes mayorías, convirtiéndolas en masas manejables, uniformes y sin pensamiento propio.
Debemos revertir la tendencia de que la tecnología sea sólo alimentada por los contenidos dictados desde la concentración y el monopolio del poder. De esa manera, nos aseguraríamos que la tecnología esté al servicio de la solidaridad, condición esencial del desarrollo colectivo.
En definitiva, necesitamos más política en la política, más política en la ciencias, más política en la educación, más política en la salud, más política en la justicia… y eso se logra con mayor participación de las organizaciones intermedias, no sólo en la calle, sino como parte activa en las decisiones que mejoren la hoy devaluada vida democrática.

ENTREVISTA A MARCELO KOENIG
EDITORIAL DE LARRY LEVY++++++++++
El ataque es fuerte, frontal y pretende ser decisivo. El Gobierno de Milei intenta borrar todo vestigio del movimiento nacional y popular. Un sueño que empezó con la llamada Revolución Libertadora y tuvo algunos capítulos posteriores, que aún con más fiereza y con 30 mil desaparecidos, la derecha no pudo lograr su objetivo.
Hoy, con otras armas, más sofisticadas, con un aparato mediático fenomenal a su favor y un Poder Judicial comprado, el Poder Real, emprendió una nueva y rápida ofensiva de hambre y pretendido sometimiento.
La actual clase política no parece estar a la altura del desafío, aunque aún es muy pronto para determinar su eficacia.
Pero, el Movimiento Nacional y Popular parece ser mucho más que la mera representación parlamentaria y mucho más que sus expresiones orgánicas. Por eso, su permanencia en el tiempo.
La comprensión de aquellos fenómenos que desbordan los marcos formales de la organización social, esa comprensión es vital para el análisis de la política en todas sus dimensiones.
El programa de hoy de “Nosotros los otros”, pretende tener como eje central un libro de reciente aparición y cuyo título suena, al menos, muy prometedor. Su autor lo enmarca como “un ensayo de teoría y filosofía política”. Antes de presentar al autor, que es nuestro invitado de hoy, quiero cerrar esta introducción con una cita de Rodolfo Walsh, que precede al primer capítulo del libro y funciona como disparador.
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes, ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.

Entrevista a Stella Calloni, periodista y escritora. Especializada en política internacional y a Fernando Esteche, Doctor en Comunicación Social, periodista y profesor universitario

Entrevista a Rodolfo Yanzón
EDITORIAL DE LARRY LEVY+++++++++++++++++++++
Da la sensación de que estamos viviendo días en los que el escenario público y comunicacional está sumergido en una fuerte amnesia. Metidos en un enorme bache de olvido de nuestra historia más reciente en términos políticos y como sociedad.
Además, estamos en medio de discurso que nos pasea por lugares ya visitados, como una pesadilla recurrente que revive los momentos más ásperos de nuestra vida política y de la dictaduras de los años 70.
Comunistas, zurdos, socialistas, populistas, estatistas, peronistas, kirchneristas... palabras que aparecen hoy en el vocabulario político, no como valores a debatir, sino como insultos descalificadores y canceladores de un otro que se convierte en enemigo a quien hay que exterminar.
Durante las últimas cuatro décadas, con enormes dificultades, logramos reconstruir un entramado de memoria, solidaridad y militancia que dio lugar a un plexo jurídico virtuoso de Derechos Humanos que con el paso del tiempo, y con muchas resistencias, fue creciendo.
Sin embargo, pareciera que con la asunción del gobierno de Milei, disfrazado de neoliberal, pero conservador en su matriz… comenzamos un inesperado descenso a los oscuros sótanos del autoritarismo que sobrevive disimulado y motorizado desde ciertos sectores del llamado poder real.
Días atrás supimos que algunos legisladores del oficialismo, sin pudor, visitaron en la cárcel a genocidas y torturadores de la última dictadura condenados por sus crímenes.
Esta sucesión de malversaciones de la memoria y de indisimulado desafío a la justicia, merece una reflexión profunda de la militancia popular y democrática.

Entrevista a Herman Schiller
Entrevista a Rocco Carbone
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Aunque algunos sostienen que las categorías izquierda y derecha ya no son útiles para tomar el pulso de la política. Me voy a tomar la prerrogativa de seguir usándolas para describir las alternativas de la realidad. Es cierto que hay otros componentes y otras categorías que se pueden y se deben añadir para trazar una semblanza más precisa… pero creo que la base de la puja no ha cambiado su raíz.
Han variado las formas de expresarse o se han modernizado las herramientas que el poder real utiliza para presionar los mismos resortes como viene sucediendo a lo largo de los últimos dos siglos anteriores al actual. Si erramos el diagnóstico o cambiamos el eje de la disputa, el resultado... quizás sea trágico.
Es cierto que la tecnología cambió la forma de comunicar, varió el modo de cooptar a las masas… sofisticó de modo categórico el mensaje… pero el conflicto sigue siendo el mismo… una minoría rica frente a una multitud de pobres. Entonces ¿qué cambió en el escenario de la política que no hayamos visto antes?
Tengo la sensación de que ese enemigo todopoderoso pretende convencernos de que la disputa es otra, que el partido se juega en una pantalla y no en el verde campo de juego. Así nos desmovilizó y nos cambió el lugar de la contienda.
Nos hacen creer que ellos son los expertos en tecnología… pero sin nosotros no hay tecnología. Nos dicen que ellos saben comunicar y que nosotros no, como si nosotros no supiésemos gritar cuando nos falta un plato de comida.
La tecnología la producen nuestras manos, no las de ellos. Lo único que ellos tienen para comunicar es el hambre y la pobreza.
Sólo nos hace falta volver a pararnos en el campo de juego. Lo demás lo conocemos muy bien.

Entrevista al Abogado Laboralista LEÓN PIASEK
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Las imágenes callejeras que estamos viendo a diario narran a viva voz el estado de situación que hasta hace muy poco era impensado entre nosotros.
Por supuesto, que la pobreza, con mayor o menor intensidad, está presente en la Argentina desde hace mucho tiempo. También es cierto que la inflación es parte de nuestra historia económica desde hace décadas.
Pero ambas variables no fueron ni son fenómenos estáticos. Fueron y son variables que el Poder Real ha logrado imponer como variables de saqueo a lo largo de la historia moderna y en especial desde el regreso de la democracia en el 83.
También es cierto que hubo y hay gobiernos socios de ese poder voraz. Y también hubo gobiernos que intentaron resistir el saqueo con diferentes resultados y poco éxito. Quizás el error esté en subestimar ese poder y esa voracidad y no acertar a construir, en el tiempo, la masa crítica que vaya solidificando las conquistas parciales.
Hoy, ese poder encontró recursos estratégicos mucho más económicos que un golpe militar. La prensa, la justicia y la corrupción posible en una democracia fallida y devaluada, poco representativa de los intereses de las mayorías. Claro, esas mayorías son los trabajadores y por eso, hoy, el poder apunta los cañones contra los trabajadores y sus conquistas parciales logradas a lo largo del tiempo.
El Gobierno de Milei utiliza el marco de esa democracia de bajísima intensidad para intentar anular todas esas conquistas y devolver a los trabajadores al rango de esclavos sumisos y baratos.
La columna vertebral del movimiento nacional y popular son los trabajores. Hoy, la representación sindical parece no entender la tensión inherente entre capital y trabajo.

Entrevista a Hernán Brienza politólogo y Alejandro Horowicz doctor en Ciencias Sociales
27 de noviembre 2020

Entrevista a Luis Lazzaro y Gustavo Lopez
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“La información ya no es una mercancía, sino un derecho”. Esta frase pronunciada el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, podría ser el disparador de un largo debate sobre la función de la prensa en el contexto de un gobierno democrático.
Pero antes de iniciar cualquier debate deberíamos analizar la ruta, la infraestructura sobre la cual transita la información, y quien es el dueño de esos intrincados caminos de circulación.
Lo que es seguro es que la dinámica del capital devalua hoy la intensidad de lo democrático y aumenta, para su propio beneficio, el control de los contenidos y la intensidad de los mensajes que circulan en las redes de información.
No dudo del enunciado de Rafael Correa, pero el derecho a la información está dañado tanto, como todos los derechos relacionados con el bienestar de las mayorías. La voracidad natural del capital está devorando la esencia misma de la democracia.
En el caso de la prensa y el manejo de la información se pone en evidencia con el altísimo grado de concentración de las empresas periodísticas y la propiedad de los medios tecnológicos que amplifican los intereses del Poder Real.
No existirá por si sólo el derecho a la información, mientras el resto de derechos estén devaluados o cercenados.
Entonces el debate debe ser pensado en términos de refundación civilizatoria y de replanteo del contrato social. Y en esto no somos nada originales, es un concepto que circula por todos los ámbitos de la sociedad pero aún, el llamado no encuentra el disparador para emerger. Entonces, por ahora nos queda la reiteración y amplificación de llamado a la mesa.

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Suelen decir que el periodismo, es el prólogo de la historia. Muchas páginas editoriales fueron anticipatorias de los sucesos políticos más relevantes de los últimos 200 años.
Pero parece que el apotegma se desvanece y los canales de información que nos alimentan a los periodistas, se fragmentan de tal modo que no permiten elaborar una secuencia de pensamiento lógica y racional.
Hay un encontronazo violento entre la información y los intereses del Poder real. Es una especie de interferencia entre la realidad y la voracidad sin límites de ese Poder que se lleva la renta acumulada y descarta en la basura el derecho a la verdad.
Con sólo sentarse a escuchar, ver o leer la multiplicidad de opiniones sobre una situación específica, no importa la envergadura... percibiremos una infinita cantidad de mojones entre la mentira y la verdad, entre lo importante y lo nimio... que todo se convierte en objetable, en una misma categoría informativa.
Es curioso como la derecha política se mimetiza con esos mecanismos, que son capaces de apuntar contra sus propios intereses sin poder capitalizar aquellos acontecimientos que le son útiles para el manejo de la cosa pública.
Y son sorprendentes los niveles de necedad que articulan por falta de habilidad argumental. Es el caso del futuro ingreso de Argentina al grupo de los BRICS. Nos preguntamos si la oposición sufre de ceguera intelectual o el Poder los tiene de rehenes o de cómplices.

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En los momentos de incertidumbre, en los cuales los mensajes políticos se vuelven poco claros y de cierto contenido cruzado, el humor social se vuelve sensible y muchas veces… hasta violento.
Es de algún modo, lo que nos está sucediendo por estos días, previos a la asunción de un nuevo gobierno cuyos propuestos integrantes manifiestan contradicciones, declaraciones tajantes y hasta con alguna violencia verbal llamando a terminar con ciertos sectores de la vida social y con supuestos privilegios innecesarios y descartables.
El anuncio de achicar el Estado es otra de las consignas que no admiten otra interpretación que el despido de trabajadores sin un destino alternativo, pero que logró calar en una masa importante de votantes que incluye a quienes trabajan para el mismo Estado.
La situación parece inédita para muchos. Para otros es un eslabón más en la cadena de un proceso de marchas y contramarchas en la puja por construir una sociedad más igualitaria.
Con el mismo desorden que planteo estos conceptos, es el mismo, o parecido, desorden de ideas que se manifiesta en el discurso público en estos días.
De la autocrítica, a la unidad, de la unidad a la acción, de la acción a la reflexión, de la reflexión a la contemplación, de la contemplación a la catarsis colectiva y así podemos seguir detallando cada una de las fotos que componen el entramado social sin llegar a poder llevar a la pantalla una película, aunque sea un cortometraje que nos permita navegar en cierta certidumbre tranquila o convulsionada, pero certidumbre al fin.
Cada vez que invito a a Alejandro Kaufman a este estudio, suelo terminar un tanto más calmo, sin tomar Rivotril.

Entrevista a Eva Koutsovitis y Fabio Marquez
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En el año 2007 comenzó el secuestro de la ciudad de Buenos Aires y desde entonces, y hasta hoy, la sensación es que la ciudad, sus barrios, su entramado social y sus símbolos sufrieron un desguace fenomenal. No una transformación… ni tampoco una afable modernización. La ciudad protagonizó un saqueo de su carácter más entrañable y de sus gestos más amables… aquello que tejió a través del tiempo la diversidad y mixtura de sus gentes.
En aquel 2007, comenzó la despersonalización, que bajo la consigna de un cambio positivo, dio lugar, no sólo a la explosión de la especulación inmobiliaria, sino a una especie de extranjerización de su arquitectura, a la demolición de su histórica cultura urbana y todo esto teniendo como única hoja de ruta la explotación de los recursos de la ciudad... para provecho de unos pocos, claro está.
Buenos Aires se volvió hostil y lejana a sus protagonistas cotidianos que fueron viendo, por ejemplo, como los espacios verdes se transformaban en bloques de un cemento gris y frío y el mobiliario urbano incajado como una copia barata de estilos importados de otras urbes.
En fin… hasta se robaron los lustrosos adoquines y nos impusieron sendas exclusivas para la circulación de las almas en pena de los porteños.
Hasta el momento, toda resistencia casi... casi que resultó infructuosa frente a la potencia de los poderosos. Aún es difícil vislumbrar una oposición que devuelva el brillo perdido y el espíritu parlante de la silla del vecino en la puerta de su casa, allí en la vereda de todos.
Es claro que, como en la política nacional, es necesario consensuar un programa mínimo y una unidad amplia para rescatar del exilio aquel personaje de la nobleza porteña que supo ser “La Reina del Plata”.

Entrevista al psicoanalista y escritor Jorge Alemán

Entrevista a la actriz Luisa Kuliok
EDITORIAL DE LARRY LEVY
En momentos confusos como el actual, donde es difícil visualizar el futuro y un horizonte cálido que contenga nuestras expectativas, lo cotidiano se vuelve tedioso y crece la sensación de vacío y desemparo.
La política como instrumento de cambio no encuentra, por lo menos hoy, la forma de expresarse y concretar ese deseado y buscado destino colectivo. Pero no es sólo un fenómeno local… La crisis parece altamente contagiosa… y pandémica. Y aunque podamos salir libremente, escuchar los sonidos de la calle, la ciudad se vuelve menos atractiva.
Sin embargo, existen refugios salvadores. La cultura, el arte forman parte de ese ámbito contenedor, cálido y reparador. Algunos, por su esencia son espacios restringidos y de ejercicio solitario… La plástica, la literatura suelen practicarse en soledad… pero otros se articulan en plural… Y el teatro es uno de ellos. Su ejercicio necesita del autor, del director, de los técnicos y los actores, que dialogan entre sí y se articulan conceptualmente con el público... logrando una producción colectiva.
Es allí, en el intercambio teatral donde se pueden producir nuevas expresiones de cambio e intercambio, donde se pueden desarrollar lenguajes creativos, donde para existir hay que dialogar… incluso con el silencio. En el escenario es el lugar en el que se puede hablar sin la palabra y dónde el gesto puede convertirse en la voz de los que callan.
Es el arte entonces el que, muchas veces, produce una acción disruptiva, de avanzada y que en momentos determinados preanuncia un movimiento alternativo que después, conjugado y en diálogo con la sociedad, fija los mojones de una nueva y revitalizadora acción política.
Algo de ese trataremos de encontrar en el diálogo de hoy.